sábado, 14 de marzo de 2009

momento felices

El día 11 de marzo, nosotras cuatro con mis profesoras Isabel y Carmen comimos en un restaurante español donde se ofreció la comida típica de Cataluña que se llama Calçotada. Este restaurante era muy bonito con un estilo natural, la lámpara, la mesa y la silla de madera no eran muy lujosas, pero me causó una profunda impresión.
El
calçot es una variedad de cebolleta tierna, blanca y dulce, que cocida en fuego vivo es la base de la calçotada. Este manjar tan típico tuvo su ambiente, su luz y su personalidad en este restaurante. Pedimos tres calçotadas para comer. El primer plato eran los calçots, los llevaron a la mesa sobre una teja de barro y los comimos acompañados de una salsa original llamada “salsa de calçot” que se cocinó con almendras, avellanas tostadas, ajo, y aceite de oliva. Disfrutamos de los calçots en la terraza del restaurante. Creo que estaba un poco sucia por el carbón de la leña. El sabor era riquísimo con la salsa original y también con el vino tinto que sirvieron en un porrón. El calçot es un poco similar a la comida china que se llama puerro, pero con salsa diferente.
Probamos el segundo plato (carne) dentro del restaurante. Era butifarra, patata asada, morcilla, judías blancas con sal y aceite, un filete de cordero salado y un poco alcachofa. Me gustaba mucho el sabor de la morcilla. El último plato era un dulce: crema catalana. Despúes de probarla me gustaba mucho. Mientras tanto, bebimos cava, vino tinto con gaseosa y otro vino, pero era dulce y blanco y me gustaba muchísimo.
Aunque no bebí mucho, mi cara ya estaba rojísima. A lo mejor era alérgica al alcohol. Cuando acabamos de comer, nos fuimos a la cafetería situada en el balcón del Mediterráneo y hablamos mucho acerca del amor, la familia y los estudios también.
Tuvimos un buen día junto con mis profesoras. Tenemos mucha suerte porque tenemos dos profesoras estupendas que nos acompañan para aprender las costumbres españolas.

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